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A SU SERVICIO ... El Servicio, un factor diferencial.

Silvia Rubio

La nueva realidad ha venido a demostrar que en cualquier tipo de empresa todos sus trabajadores tienen una importancia vital, acorde con su diferente responsabilidad.

¿ Cómo puede ser que en Hostelería se haya potenciado más unos departamentos que otros?. ¿Se pueden ustedes imaginar una persona con un traje de moda y en alpargatas?. Pues bien, eso ha sido la triste realidad del servicio en estos últimos años:

“Para camarero vale cualquiera”.

La verdad es que cuando se analiza los restaurantes que llevan años con una imagen de calidad, rápidamente nos damos cuenta que el concepto de empresa es global y siempre se define de la siguiente manera: “en nuestra empresa todo y todos tienen la máxima importancia, para nosotros el cliente es lo primero y, desde este punto de vista, nuestro objetivo no es alcanzar sus expectativas, sino superarlas cada día”, comentaba recientemente un empresario.

¿ Se imaginan ustedes un buen restaurante con un mal servicio?. Pero, ¿qué es un buen servicio?.

Un buen servicio es aquel que dentro de los límites impuestos por las diferentes categorías y estilos, se adapta a los clientes según la ocasión. Así no debe de ser el mismo tipo de servicio en una comida informal con amigos, que otra de empresa para firmar unos contratos. La segunda cuestión es todo lo relacionado con la atención al cliente. Los profesionales deben de dominar el lenguaje verbal con una serie de palabras comodín (buenos días, muchas gracias, si hace el favor etc.) pero, y sobre todo, tienen la obligación de controlar la mayor parte de técnicas posibles sobre el lenguaje no verbal. Miradas, gestos, posturas, sonrisas, expresiones, distancia física con el cliente y una gran serie de cuestiones van a determinar los matices de un servicio, aunque al final muchas veces, por desgracia, sólo es una cuestión de simple educación.

Un profesional nunca debe de esperar que le llame el cliente, su ojos deben de “barrer” constantemente todo el comedor para poder apreciar, y así anticiparse a cualquier situación anómala que pueda surgir. Hay que tener siempre presente que el servicio tiene que ser profesional, pero nunca debe de incomodar al cliente. Esto sólo es cuestión de entrenamiento.

Los conocimientos de todo el equipo deben de estar en consonancia a las nuevas exigencias. ¿Dónde podemos romper la cadena de un buen servicio, en el vino, el café, los puros.........?. La respuesta debería ser en nada, y así todos deberían de tener unos conocimientos mínimos suficientes para asegurar al cliente que todo el proceso que va desde la puesta de pan, al sentarse en la mesa, hasta el puro que se fuma al final de la comida se realiza adecuadamente. El servicio debe de potenciar todas las cualidades de los alimentos y/o bebidas y no lo contrario por desconocimiento, descuido o falta de conocimientos.

Por último, recomendamos asistir a cursos, catas, charlas etc. Para poder cumplir con las exigencias de los nuevos tiempos, pues aunque parezca que todo sigue igual, el tiempo pasa y tiene una constante evolución. Muchas veces cuando vamos a un establecimiento comentamos, entre nosotros, como se ha quedado estancado en la historia con vinos “normales” , pocos y mal tratados. Cafés de mala calidad, trato vulgar.... y lo curioso es que al frente del establecimiento puede estar una persona satisfecha. También se da la situación contraria a partir de la formación del responsable, o mejor aún, de todo el equipo. Así la mejora de algunos negocios son patentes.

Conclusión, un buen servicio es un factor diferencial imprescindible en un restaurante de calidad. Sus clientes se lo agradecerán.